El pasado 26 de diciembre del innombrable llamaba a palestra a sabios conocidos o desconocidos sobre algunas incógnitas de la historia local bejarana. Este es el enlace:
De tres cuestiones, dos son clásicas: orígenes del nombre de nuestro río y de la propia ciudad. La última pregunta se refiere a un paisano desconocido que asoma en el Diccionario Geográfico y Estadístico de España y Portugal, de Sebastián Miñano: Pedro Mateo Fernández, comentarista de la Meteorología aristotélica.
Añadía, a los interrogantes citados, coletilla curiosa de un Tó portugués; porque nuestro “to” no lo es tanto (aunque nada se descubre aquí).
Me contesta José Muñoz Domínguez, confesándose ignaro. Y esta ignorancia se traduce por humildad. Porque una nota suya a vuelapluma ya es un destilado de erudición; qué decir cuando publica serio. ¡Pepe, figura, siempre despampanas! En todo caso, como ya hiciera Carmen Cascón, me remite a la obra de referencia principal: Historia, lingüística y geografía en el estudio del topónimo Béjar, de Manuel Marcos Casquero. Estoy en ello.
Gracias, Pepe.
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Es que planteas incógnitas muy filológicas y en estas lides me tengo que declarar inerme total e ignaro completo: ni siquiera he leído el librito que pregonaba cierto vendedor vociferante en un chiste de Xaudaró (que adjunto): "¡'El Greviario Lingual', a una 'cala'!, ¡pa presumir de erudito!". Pero sólo por putear un poco me apunto al reto y salgo a la palestra para que otros me larguen algún zasca, como aquel pobre agente municipal que se interpuso en riñas de puticlub (Béjar, Campopardo, años treinta): "Y cagándose en la madre de vuecencia –que guarde Dios muchos años– y al grito de 'vamos a endiñarle', hizon herejías al que suscribe". Pues tal cual. Veamos.
TEMA 1. CORPEDUME. Sobre este asunto ha publicado recientes e interesantes reflexiones quien ya las hiciera en décadas pasadas: Marcos Casquero, Manuel Antonio, Historia, lingüística y geografía en el estudio del topónimo 'Béjar', Serie Varia Bejarana, nº 6, Centro de Estudios Bejaranos, Béjar, 2019, así que las respuestas, o al menos parte de ellas, han de buscarse en ese libro. Hablo de memoria, pero yo diría que la forma más antigua registrada es "Corpedumne". Lejos de las sesudas explicaciones de los filólogos, siempre he pensado que el extraño hidrónimo local podría explicarse por la génesis paisajista de otros topónimos con referencia humana: quienes pusieron el nombre de "La Mujer Muerta" a una parte de la sierra segoviana sin duda reconocieron el exacto perfil de una dama allí tendida, origen de leyendas locales (también podían haber nombrado la montaña como "La Mujer Dormida", anticipo serrano y medieval de la Bella Durmiente, pero se ve que no estaban para esas alegrías y decidieron matarla en el bautizo); si aquellas gentes fueron repobladores castellanos que se desplazaban por la vertiente norte de la Cordillera Central, allá por el siglo XII, no tendrían origen muy distinto de los que repoblaron Ávila, Béjar y Plasencia: ¿se toparon en su camino con otra sierra más hombruna, menos femenina, cuyo perfil cuadraba bien con aquello de "Cuerpo de Hombre", pareja de la dama asesinadita de Segovia? Búsquese el antiguo itinerario de estos repobladores (gentes riojanas, sorianas y burgalesas de la misma Soria grande, Mansilla, Valvanera, Neila y otros parajes cercanos, con homónimos exclusivos en la antigua tierra de Béjar) y aparecerá la silueta serrana cuyas nieves dan lugar al río del mismo nombre, las crestas donde nace "Corpedumne". Confieso haber buscado esa silueta en cada viaje entre Segovia y Béjar sin resultado alguno, pero ya sabes que nunca fui un tipo con suerte. Que fueran repobladores gallegos me lo creo menos, como todo lo leonés que se quiere ver en nuestra vieja historia medieval, incluso si se registran abundantes leonesismos en el habla de Béjar (título de otra estupenda aportación del citado Marcos Casquero), pues me temo que llegaron con la emigración fabril del siglo XIX desde la vecina Sierra de Francia. Por aportar alguna senda sin desbrozar, saco a colación otro hidrónimo que pudiera tener relación con el nuestro: ¿será primo de este Cuerpo [de Hombre] el río Cuervo conquense? Respondan vuesas mercedes los filólogos (ya me pongo el casco).
TEMA 2. TOPÓNIMO BÉJAR. Yo diría que "Beiar" es la forma que aparece antes en los documentos (siglos XII al XV) y "Bexar" vino después (siglos XV al XVIII), pero otra vez me remito a lo publicado por Marcos Casquero, no conozco mayor autoridad.
TEMA 3. EL TAL PEDRO. Nada, ni idea. Sólo encuentro su nombre y obra, de 1634, citados en Hernández Morejón, Antonio, Historia bibliográfica de la medicina española, vol. 2, Viuda de Jordán e Hijos, Madrid, 1843, p. 95.
COLETILLA. Creo que ya ha sido explicada esta interjección (¿por Marcos Casquero?) y, en todo caso, no es exclusiva del paisanaje bejaraniego. Me hace gracia cuando se aplica a personajos avariciosos: "mira que tío más guto (o gumia), ¡anda, to-pa-mí, ojalá se te atragante!".
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