La promoción del Corpus Christi de Béjar, declarado Fiesta de Interés Turístico Internacional, no debería incluir datos falsos e interpretaciones erróneas que degraden el valor de la histórica celebración o perviertan el relato legendario.
Vaya
por delante mi felicitación a los responsables de la promoción de la fiesta del
Corpus Christi bejarano en la primera edición del Telediario de RTVE del
domingo 11 de junio, algo muy merecido para esta celebración tradicional, pero
verdaderamente difícil de conseguir cuando se trata de un medio de ámbito
nacional copado por otros intereses promocionales más poderosos y mejor posicionados.
Dicho
esto, se agradecería que esa promoción se hiciera con el rigor que merece el
caso y no con el habitual refrito de invenciones y falsedades, en su mayor
parte aportadas por el escritor y erudito local Juan Muñoz García (1881-1963)
en su novela "El día de Santa Marina", publicada por entregas en 1941
y como libro en 1944. Esta obra de ficción ambientada en el medievo es, por desgracia,
la principal fuente escrita que los bejaranos y sus autoridades llevan décadas
aceptando como referencia histórica en relación con la leyenda de los Hombres
de Musgo. No se puede reprochar a un escritor de novelas que invente lo que le
dé la gana, faltaría más, pero sí es censurable que tales invenciones sean
utilizadas en la promoción institucional de un Ayuntamiento. Dicho de otra
forma: seguir por ese camino es promover un fraude cultural, una engañifa para
turistas, y no parece la mejor forma de mantener la declaración de Fiesta de
Interés Turístico Internacional que tanto costó obtener. Me pregunto qué
pensarán los responsables de validar tal declaración si supieran que el
fundamento sobre su antigüedad y ciertos detalles sobre la literalidad del
relato procede de las invenciones de un escritor local de mediados del siglo
XX: ¿se podría llegar a perder ese título?
Figura 2. Salvaje con atuendo vegetal en un aguamanil alemán de finales del siglo XV (The Metropolitan Museum of Art de Nueva York).
El
asunto sería menos grave si no se hubieran publicado estudios sobre el tema
desde los tiempos de Juan Muñoz, pero lo cierto es que hay suficientes trabajos
a disposición de bejaranos y autoridades como para desterrar invenciones y
falsedades a la hora de promocionar la fiesta del Corpus Christi y, sobre todo,
para vincular la figura de los Hombres de Musgo con otras tradiciones europeas
similares, todas ellas relacionadas con el mito del hombre salvaje y su
pervivencia en la cultura de Occidente desde el otoño de la Edad Media (un par
de ejemplos en las figuras 1 y 2). Entre los autores que han dedicado su tiempo
a desmontar los aspectos falsos del relato y a interpretar sus personajes más
singulares como parte de la familia salvaje paneuropea podemos citar a Gabriel
Cusac y a José Ignacio Díez Elcuaz, con estudios publicados en 1997-2011 y en
2008, respectivamente. Yo mismo colaboré con Gabriel Cusac en un libro titulado
"Los Hombres de Musgo y su parentela salvaje: el mito silenciado"
(2011, fig. 3), en el que se llega a conclusiones muy claras sobre el origen de
la leyenda en torno a 1679 y a su evolución y falsificación hasta nuestros
días:
1. No se produjo
ninguna "reconquista" medieval a manos de cristianos frente a
musulmanes porque nunca hubo un asentamiento musulmán en Béjar. Por tanto, no
tiene sentido proporcionar a la prensa datos apócrifos o inventados sobre el supuesto
episodio, menos aun su fecha.
2. La primera
referencia explícita a los Hombres de Musgo en la procesión del Corpus Christi bejarano
data de 1577, aunque hay referencias no documentadas que permiten retrasar su
presencia en ella hasta el período de 1503-1510, en número superior a treinta individuos
y todavía sin relación con ninguna leyenda local de reconquista.
3. En la participación
de los Hombres de Musgo de esas fechas se reconocen formas parateatrales y de
entretenimiento caballeresco muy difundidas entre las élites de los siglos XV y
XVI en toda Europa, una moda inspirada en el mito universal del hombre salvaje,
con antecedentes en la Antigüedad, que también afectó a los reinos hispánicos.
4. Los Hombres de Musgo
no siempre participaron en la procesión del Corpus, pues en ocasiones eran
sustituidos por "reyes de armas", siempre a cargo del Concejo (lo que
hoy llamaríamos Ayuntamiento). A la inversa, los mismos Hombres de Musgo podían
intervenir en otros eventos desligados de la procesión eucarística.
5. En una fecha tan
tardía como 1636 todavía no se asignaba ningún papel protagonista a los Hombres
de Musgo en ninguna leyenda de reconquista contra el moro; de hecho, era tal el
olvido sobre su presencia en la procesión que los funcionarios municipales de
la época se veían obligados a recordar por escrito cómo era el atuendo de
musgo, pero sin relacionarlo con ningún episodio heroico ni guerrero.
6. La primera
referencia explícita a los Hombres de Musgo como protagonistas de la leyenda de
reconquista que perdura data de 1679 y su presunta tradición sólo puede
remontarse a años posteriores a 1636. Por tanto, el relato legendario fue una
invención local promovida por el Concejo de Béjar entre 1636 y 1679 (más
probablemente en los años más recientes de ese lapso), enfrentado a otro relato
similar, inventado y promovido por la Casa Ducal bejarana en torno a 1683, en
el que el libertador de la ciudad frente a moros y judíos no eran ningún
disfrazado de musgo, sino el primer señor del linaje, Diego López de Estúñiga.
7. Desde 1679 hasta
nuestros días, el relato ha sufrido variaciones y manipulaciones significativas
a cargo de autores a veces poco escrupulosos y muy dados al desvarío
interesado: Díez y Oliva en 1735, Liciniano Sáez en torno a 1790, Quadrado
Nieto en 1869, García Nieto en 1919 y Muñoz García en 1941, con su versión
novelesca de larga fortuna entre bejaranos y autoridades.
Figura 3: Cubierta de "Los Hombres de Musgo y su parentela salvaje: el mito silenciado" (2011).
Los estudios que desmontan la leyenda y
profundizan en el verdadero origen de los Hombres de Musgo están a disposición
de todos desde hace años, pero parece que a nadie le interesa lo más mínimo
conocer la historia de nuestra tradición más peculiar y representativa, ni
tampoco tener sobre ella una visión más abierta y global en relación con otras
tradiciones europeas o con un mito preexistente y persistente de nuestra cultura
como el del hombre salvaje. Prefieren seguir repitiendo, "jroña" que "jroña", las
ficciones de un escritor de antaño para promocionar la fiesta, en medios de prensa
y televisión, desde tópicos locales sin fundamento: que la verdad no les arruine
un titular falaz y sensacionalista.
José Muñoz Domínguez /
DNI nº 08.104.629-G
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