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¿Por qué tenemos que manchar el mango de la cuchara para vaciar un potito?
¿Y por qué nunca podemos vaciarlos del todo?
¿Qué razones ocultas sostienen el absurdo diseño tubular del potito?
¿Cómo es posible que varias generaciones de padres hayan aceptado las inconveniencias de este envase?
¿No va siendo hora de rebelarse?
¿Y por qué nunca podemos vaciarlos del todo?
¿Qué razones ocultas sostienen el absurdo diseño tubular del potito?
¿Cómo es posible que varias generaciones de padres hayan aceptado las inconveniencias de este envase?
¿No va siendo hora de rebelarse?
Gabriel Cusac
12 comentarios:
eso! huelga del potito!...¿cuando tenga 14 años le seguirás dejando la moto a mi preciosa?
Al paso que va esta nena va a hacer caballitos con la Vespa a los ocho.
Primero: ¡Que preciosidad de niña, coño!
Ahora, voto por el boicot al jodío potito. Y de paso, boicoteemos el flash (cuantos labios habrán cortado), a las clochonetas hinchables (yo las he visto segar brazos ¡lo juro! Y más de uno se ha asfixiado en el intento ¿que no?), y ¿qué me dices del famoso "Abrefácil"? (manda bemoles con las facilidades).
Lo dicho: ¡BOICOT!
Besazos a repartir, ok? MUAKA!!!!!!!
¡Que preciosidad de niña, coño ya!
Primero: como tu Nerea, Silvia, hecha a conciencia.
Después, sí, boicot a todo lo dicho, a los cacharros de cocina que se oxidan a los dos días (aunque ponga INOX), a los abrelatas que provocan tendinitis, a los cuchillos que no cortan y a los tenedores que no pinchan, a los bancos, a los colchones de usar y tirar, a las compañías eléctricas y de telecomunicaciones, a todos los chorizos que han convertido esto en el país de la estafa (o Jauja, para ellos)...En fin.
Un beso, bruja.
Publicidad engañosa y los pardillos de los consumidores que lo creemos todo.Al final casi siempre llegamos al mismo punto,vivimos en una gran mentira y lo peor de todo es lo que hacemos con demasiada frecuencia; mirar para otro lado.
Preciosa tu niña, se la ve féliz sobre la moto.
Un abrazo.
Yo también pienso que vivimos en una gran mentira; lo peor es que la publicidad engañosa no se limita sólo al ámbito comercial, ójala fuera así. Para refugiarnos de la gran mentira tenemos nuestras grandes verdades; encima de la moto hay una de las mías. Si los constructores de la gran mentira pensasen un poquito más en ellos, en los que vienen detrás, a todos nos iría un poco mejor.
Un abrazo, Juana María.
Hace tanto que deje los potitos que ni los recuerdo...creo que yo metía el dedo directamente. Pero yo venía a decirte: ¡¡Que niña tan preciosa!!
Un saludo
Un saludo, Marina.
¿Quién és esa belleza motera que se llama Popotitos?
TITIRO.
Bien lo sabes, Títiro, es nuestra adorada carcelera.
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