Cúpula de la ermita del Santo Cristo (foto: Roberto Domínguez Blanca) |
Qué decir de José Muñoz Domínguez, de mi buen amigo Pepe. Profesor,
investigador, Licenciado en Bellas Artes, con estudios de Diseño y de Historia
y Geografía, pintor, dibujante, defensor
incombustible de nuestro patrimonio (destacando su especial dedicación a
la bejarana villa renacentista de El Bosque), con la tesis en curso para el
Doctorado en Arquitectura… Con Pepe he compartido la autoría de “Los Hombres de
Musgo y su parentela salvaje. El mito silenciado”, muchos buenos momentos y la
implicación en varias causas. Sé de su compromiso, de su integridad y del
marchamo de excelencia que otorga a sus múltiples tareas, siempre en lucha
contra Cronos.
Hoy Pepe se suma a esta otra causa: la rehabilitación de la ermita del
Santo Cristo de Talaván. Difícil causa, quizá -sí- perdida, dada la indolencia
que, hasta ahora, han demostrado las autoridades patrimoniales extremeñas. Y lo
hace, aportando su sensibilidad y sus conocimientos, con una carta dirigida a
Mª del Pilar Merino Muñoz, Directora General del Patrimonio Cultural del
Gobierno de Extremadura. El mensaje es claro y bien razonado; ya veremos la
respuesta de Mª del Pilar Merino, si es que le apetece responder. Porque, hasta
hoy, la inclusión de la ermita del Santo Cristo en la Lista Roja de Patrimonio
de Hispania Nostra, las más de cuatrocientas firmas enviadas a Monago, la
participación del CEB y de todos los colaboradores en dos campañas sucesivas -“Salvemos
a los condenados de Talaván” y la “Cadena”-, veintiún meses de lucha, arrojan
el triste saldo de una visita de los técnicos de Patrimonio que ya se antoja
remota y de la cual ni tan siquiera sabemos si llegó a fructificar en el preceptivo informe. En fin.
Mil gracias, Pepe, por aportar tu autorizadísima voz en la noble empresa
de la rehabilitación de nuestra querida y ruinosa ermita talavaniega. Esta
misma bitácora será el altavoz de la respuesta de la Directora General de
Patrimonio, en el caso de que se produzca.
Carta de José Muñoz Domínguez a Mª
del Pilar Merino, Directora General de Patrimonio Cultural del Gobierno de
Extremadura
Sra.
Directora General de Patrimonio Cultural:
Hace tiempo que deseaba dirigirme a usted
en relación con el caso excepcional de los esgrafiados de la ermita del Santo
Cristo de Talaván (Cáceres), datados en 1628, cuyo estado espero que no sea tan
deplorable y alarmante como en las últimas noticias que recibí. Quiero decir
que me agradaría haber llegado tan tarde con esta carta como para que su
respuesta fuera: “me alegra poder
informarle de que los trabajos de restauración de los esgrafiados que menciona,
realizados por expertos, se encuentran en fase de realización” o incluso
felizmente concluidos. Con esa idea en el pensamiento (y no la contraria: haber
llegado tan tarde como para que no haya nada que restaurar), me sumo a la
iniciativa de Gabriel Cusac Sánchez en su defensa, potenciada con las
completísimas aportaciones, entre otros, de Roberto Domínguez Blanca,
Historiador del Arte, Samuel Rodríguez Carrero, Jesús López o, a nivel
institucional, el propio Centro de Estudios Bejaranos, y le expongo los motivos
por los que considero que tan raro ejemplar debe recibir mucho mejor trato, a partir
de lo que mis estudios y experiencia me permiten.
En primer lugar, y en lo genérico, por
tratarse de una buena muestra de esgrafiado o aplantillado, técnica de
revestimiento decorativo mural que tanto abundaba en edificios civiles y
religiosos en toda Europa y son hoy tan escasos –salvo excepciones- debido a la
desafortunada práctica de pseudo-medievalizar los edificios antiguos
despojándolos de sus verdaderas galas. Contrariamente a lo que pudiera parecer,
tal vicio no fue exclusivo de nuestro país, donde camparon a sus anchas
alcaldes ignorantes y párrocos rurales poco escrupulosos, sino que se ha
prodigado hasta en la culta Italia, líder en criterios y técnicas de
restauración: allí he podido reconocer interesantes esgrafiados en callejas no
frecuentadas por turistas, como en la visitadísima ciudad toscana de San
Gimignano, mientras los edificios más emblemáticos se muestran descarnados,
desprovistos de sus revestimientos decorativos originales. Doy por hecho que,
como Directora General de Patrimonio, aspira usted a defender la autenticidad
monumental de Extremadura y no el triste sucedáneo que a menudo se ofrece a los
turistas, motivo esencial en la protección y conservación de los esgrafiados
extremeños. Afortunadamente, es una región rica en este tipo de obras y cuenta
con una población señera en buenos ejemplares: la localidad cacereña de
Valdefuentes, reconocida por el Gobierno de Extremadura como “capital regional del esgrafiado” en
2013, por lo que el tema es de sobra conocido para usted. Seguro que el interés
institucional demostrado por su Gobierno en la promoción de las obras de
Valdefuentes puede extenderse a casos dispersos de toda la región y, en
particular, al raro ejemplar talavaniego.
En segundo lugar, y específicamente,
por la extraña iconografía que ofrece el caso de Talaván, del que no conozco
ejemplo semejante. Podríamos especular acerca de su significado, entre lo
admonitorio y lo infernal, entre la gloria y la culpa, pero posiblemente lo más
sensato sea conservar esta joya extraña y sorprendente, hoy en peligro, para
que sean los expertos en iconografía quienes hagan sus estudios y nos ilustren.
Pero para que tales estudios sean posibles ha de garantizarse la pervivencia
material de la obra (tanto del revestimiento mural como de su soporte
arquitectónico), por lo que le ruego encarecidamente ponga en marcha, cuanto
antes, el procedimiento para su restauración, conservación y mantenimiento:
obra de muy escaso coste incluso para los tiempos que corren.
No desdeñe el interés que este tipo de
revestimiento decorativo puede ofrecer al visitante (mucho más si es figurativo
y de extraño contenido, como en Talaván). Vivo en la ciudad de Segovia, donde
los esgrafiados cubren miles de fachadas tanto en edificios históricos como en
modernas promociones y le aseguro que son bien recordados y apreciados por los
turistas, sorprendidos por su inusual riqueza de motivos (si bien son casi
exclusivamente geométricos y sin ejemplos tan llamativos como el de Talaván);
además, tanto por su mantenimiento y restauración como por la creación de obra
nueva, forman parte de las enseñanzas artísticas de la ciudad (con un ciclo
formativo específico dedicado a este viejo oficio) y da trabajo a buen número
de artesanos segovianos: ¿no se podría estimular algo parecido en Extremadura,
tomando por bandera el patrimonio mural de Valdefuentes y la rareza de Talaván?
Confío en que los motivos aquí
expuestos le muevan no sólo a recuperar para todos este Patrimonio tan
interesante -el curioso y valioso ejemplar de Talaván- sino que estimule nuevos
rumbos en la recuperación de los esgrafiados de toda Extremadura, lo que por
ser de justicia solicito formalmente, mediante este escrito, en Segovia, a 8 de
septiembre de 2014.
Atentamente,
José
Muñoz Domínguez
Gabriel Cusac
4 comentarios:
Como talavaniega me siento agradecida que personas entendidas en temas históricos y culturales sepan alzar su voz ante las autoridades responsables del patrimonio para defender el que todavía se puede defender de mi humilde y desconocido pueblo. Gracias, José Muñoz Domínguez, Gabriel Cusac y algunos otros que habėis sabido apreciar y poner en valor está pequeña ermita en ruinas.
Gracias por tu comentario, Alicia. En efecto, varios entendidos en historia y en arte se han movilizado en favor de la ermita del Santo Cristo. Sin embargo, y espero que coincidas conmigo, deberían ser los propios talavaniegos quienes, como una piña, se unieran para proteger este tesoro único. Mantener una causa de este tipo "por control remoto" es, además de difícil, un tanto penoso. Un saludo.
Gracias a José Muñoz por su escrito, y a Gabriel, por su campaña. Pero me siento avergonzado de la pasividad tanto de nuestras autoridades políticas competentes, aunque creo que había que anteponer el IN, como de la mayoría de mis paisanos, pues salvó honrosas excepciones , en Talaván no se mueve ni Dios para salvar a sus "ángeles malos".
Me temo que estas en lo cierto, Manuel. Gracias por tu comentario.
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