Playa de Sentinel del Norte (imagen tomada de Strambotic) |
No es suficiente el mero reconocimiento
legal de la igualdad. La sociedad sentinelesa peca de un atávico androcentrismo
cultural que abarca todas las parcelas de nuestra convivencia. En este sentido,
la Consejería
de Igualdad de Sentinel del Norte, ambicionando la normalización de un lenguaje no sexista,
recomienda a las ciudadanas y los ciudadanos el pequeño esfuerzo de modificar
nuestro refranero, tradicionalmente sometido al protagonismo del género
masculino, mediante la simple fórmula de aplicar el cambio de género gramatical.
He aquí algunos ejemplos ilustrativos:
“De la mar, la mera, y de la tierra,
la misionera”.
“Misionera que no has de comer, déjala
correr”.
“Misionera cecial, ni hace bien ni
hace mal”.
“No hay mejor misionera que la bien
acuchillada”.
”A misionera regalada, no la mires el
diente”.
“No se hizo la misionera para la boca
de la asna”.
“Por la boca muere la misionera”.
“Más valen dos bocados de misionera
que siete de patata”.
“Más vale misionera en mano que
ciento nadando”.
“Los duelos con carne de misionera son
menos”.
“Misionera ajena, nunca es tierna”.
“Quien sin cenar se acuesta, con
misioneras sueña”.
“Antropófagas somos, y en el camino
nos encontraremos”.
Poco a poco, con el esfuerzo de todas
y de todos, conseguiremos el logro de la equidad total. Y ese día, por fin,
podremos decir que “detrás de cada gran mujer se esconde un gran hombre”.
Consejería de Igualdad de Sentinel
del Norte
(y Gabriel Cusac)
2 comentarios:
Tomo nota ante todo la igualdad. Un abrazo Cusac
Sí, señora, ante todo. Un abrazo, Ainhoa.
Publicar un comentario